Las redes sociales han sido una auténtica revolución por todo el mundo. La idea es sencilla: poder hablar y compartir experiencias con todo tipo de gente. Una nueva manera de relacionarse que en nuestro país ya ha causado furor: el 60 por ciento de los jóvenes españoles las utiliza. Facebook, Tuenti, hi5… son muchas y diferentes, pero todas tienen en común que conectan a los amigos.
Casi el 100% de los jóvenes entre 18 y 25 años se conecta a Internet diariamente. Y en estas edades, las redes sociales arrasan: seis de cada diez cuelgan sus fotos, sus historias y sus comentarios casi diariamente.
Sólo hay que preguntar a los adolescentes de cualquier colegio de nuestro país: ¿quién está en una red social? Prácticamente todos. La mayoría de ellos las utiliza para hablar con sus amigos o para conocer a nuevas personas, pero desconoce lo vulnerables que son estos datos en cuanto se cuelgan en la red. Las chicas las utilizan más para charlar con sus amigas y para quedar con ellas, mientras que los chicos establecen nuevas amistades.
Todos los aficionados a estas redes deberían prestar atención a ciertos consejos, para evitar los peligros de compartir informaciones personales, ya que la mayoría de los jóvenes, conoce bien os beneficios de estas comunidades pero no sus riesgos.
Por un lado, al unirnos a una de estas comunidades cedemos nuestros derechos de imagen y ciertos datos a la empresa que gestiona la red, generalmente para su uso comercial. Estas empresas son las principales interesadas en satisfacer a sus usuarios, por lo que generalmente utilizan nuestra imagen para fines publicitarios sino ofrecer demasiados datos personales.
No obstante, hay que tener cuidado con las fotografías y la información que se cuelga en la red. Es muy importante no publicar nunca la dirección de nuestro domicilio, nuestro número de teléfono o imágenes comprometidas. ¿Por qué? La razón principal es evitar cualquier tipo de posible extorsión o acoso por parte de terceras personas, sobretodo cuando se trata de menores. Uno de los casos que podría estar relacionado con estos peligros es la reciente desaparición de Marta, una niña sevillana de 17 años de la que nadie sabe, ni sus amigos ni su familia, por lo que la policía ha decidido investigar a fondo el ordenador de la joven, por si alguien hubiera contactado con ella a través de una red social.
Así pues, lo más importante es pensar bien qué contenidos queremos compartir y cuáles no. Por lo demás, las redes sociales están demostrando su eficacia y su “adicción”: ahora los jóvenes las utilizan como medio para mantenerse en contacto, porque son rápidas y más baratas que otros medios, como el teléfono móvil.