Las tarifas planas de Internet no tienen futuro. Duele decirlo, pero hay que hacerlo. En los próximos años se acabará la ‘barra libre’ actual para pagar por el consumo realizado. A esta conclusión han llegado los principales proveedores de acceso a la Red tras hacer sus cálculos y comprobar el crecimiento exponencial del tráfico online.

Para comprender el asunto basta con un ejemplo demoledor. En Internet paga lo mismo el usuario que descarga cientos de gigas al día que el que apenas consume un par de megas para consultar su correo electrónico. Es como si la factura del agua fuera la misma para un cliente que todos los días vacía y llena su piscina que el que sólo abre el grifo para asearse o echarse un trago.

Ante semejante panorama en el horizonte, los principales operadores de telecomunicaciones europeos se plantean cobrar el acceso a Internet por volumen de descargas, en lugar de por tarifas planas. Así lo pusieron de manifiesto el pasado viernes en Sevilla los representantes de la Organización Europea de Operadores de Telecomunicaciones (Etno), patronal que defiende los intereses de los antiguos monopolios europeos de las telecos.

Regulación de ‘commodities’

A grandes rasgos, se pretende que el acceso a Internet se someta a las mismas reglas del mercado que otras commodities como el gas, agua o electricidad. Es decir, el mensaje que flota en compañías como Telefónica, Deutsche Telekom, Telecom Italia, KPN y France Télécom sería el “tanto gastas, tanto pagas”. El caso es que los proveedores de banda ancha tienen la mosca detrás de la oreja con la criatura en la que se está convirtiendo Internet.

Hace tiempo que se percataron de que las tarifas planas de ADSL y cable se están volviendo en su contra. El volumen de datos que soporta la Red se ha multiplicado por cien en los tres últimos años, y la progresión será exponencial en el medio plazo. Cada seis meses se duplica el volumen de información online que fluye por sus infraestructuras. Ante esa situación, los miembros de Etno se acaban de atrever a plantear un futuro cambio en el modelo de facturación.

Cambio en la facturación

Como sucede en este tipo de medidas tan impopulares, el problema es conocer quién será el primero que dará el paso al frente y se enemiste con los clientes más activos. Es decir, ¿quién será el valiente que pondrá el cascabel al gato? Las cuentas comienzan a no salir en el caso de los usuarios intensivos que realizan descargas frecuentes y muy voluminosas, especialmente cuando este tráfico exigirá en breve importantes inversiones en fibra óptica.

El director de Etno, Michael Bartholomew, apuntó que la construcción de las nuevas infraestructuras de Internet de alta velocidad costará unos 300.000 millones de euros, un esfuerzo especialmente gravoso cuando se afronta en un periodo de crisis como el actual.

Las tarifas planas no han pillado con el paso cambiado en el negocio del móvil, donde los operadores limitan desde siempre el volumen del tráfico de datos a la banda ancha celular a cierto número de gigas mensuales. Una vez superado el límite, la velocidad de descarga se ralentiza de forma ostensible, sin que se encarezca la factura final. De esa forma, los operadores de móviles pueden asegurar que las descargas son ilimitadas, sin faltar a la verdad, aunque éstas se produzcan con ritmos exasperantes.

El posible pago por volumen de datos representa una excelente noticia para las sociedades de gestión de derechos de autor, ya que así podrían pasar factura a los usuarios que acaparan buena parte del ancho de banda de la Red, generalmente utilizada para la  descarga o intercambio de contenidos digitales como películas o series de TV.

Fuente: www.eleconomista.es

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